domingo, 13 de marzo de 2011

soluciones para el estres

 

Un buen amigo, piloto de helicópteros de combate, apareció un día en una cafetería de Madrid con varias partes de su cabeza sin pelo; parecía que nunca había habido pelo en esas zonas.
Me dijo que los médicos le habían dicho que era a causa de estres. 

Y eso era todo.

El estres.

En otro artículo pasado describí la importancia del entorno de la persona como causante del estres.

¿Qué le ocurría exactamente a mi amigo? ¿Qué era lo que le estaba causando ponerse así?

Bueno, aparentemente era el riesgo diario de su trabajo, sus vuelos nocturnos de combate, sus misiones de riesgo en el extranjero…

Aparentemente.

Pero si él decidió en su día tener esa profesión, si él se convirtió en un gran piloto con muchas horas de vuelo y si él disfrutaba en un principio del riesgo y de la aventura de su trabajo, ¿qué había cambiado?

La película Rocky III es un buen ejemplo. 


Rocky era un buen boxeador y disfrutaba de su deporte, aunque le pusieran de vez en cuando la cara como un botijo. Sin embargo, su esposa sintió miedo del asunto e intentó convencerle día tras día de lo peligroso que era boxear y de que no podría hacerle frente al potente boxeador con el que le tocaba enfrentarse.
Y Rocky, mientras se entrenaba, no sabía ni lo que andaba haciendo. Estaba completamente en efecto de esta situación. 

Y aquí es donde se te caen trozos de pelo de tu cabeza.

Aquí es donde se desarreglan los sistemas simpático y parasimpático.

Quieres hacer algo y lo haces, y todo marcha bien; pero un buen día alguien te convence de que no deberías estar haciendo eso.
Pum.

-Doctor, doctor. Me han salido sarpullidos por todo el cuerpo.
-Es estres muchacho. Date esta crema anti-sarpullidos.

Bueno, quizás se te vayan, pero no tardarás mucho en desarrollar alguna otra cosa en tu cuerpo si no cambias nada de la situación que te provoca eso.

La magia del parche AEON es que detiene el terrible impacto que el estres le causa al cuerpo. Usas el parche y el sistema nervioso autónomo se regula, se equilibra; el cuerpo ya no sufre.
Y eso, demostrado científicamente con numerosos estudios, ¡es la leche!

Bueno, mi amigo hoy en día trabaja en una empresa civil como piloto de helicópteros y supongo que le habrá crecido el pelo, aunque quizás lo óptimo habría sido hacer que su novia estuviese de acuerdo con respetar su profesión y dejarle ser piloto de combate, si realmente fuese eso lo que quería hacer.

Y la esposa de Rocky Balboa se dio cuenta de lo importante que era para él el boxeo, y le animó a que ganase. Y, como suele ocurrir en las películas americanas, Rocky le pateó el culo y acabaron todos abrazándose entre banderas americanas.




domingo, 6 de marzo de 2011

el estres en la carretera




Sabemos que hay muchos factores en la conducción que provocan estres, especialmente las retenciones inesperadas o el comportamiento egoísta y agresivo de algunos conductores.

Pero a mí hay una cosa que me estresa por encima de todo.

Vas distraído, pensando en tus cosas, tranquilo, a una marcha completamente normal, y entonces te das cuenta de que estás yendo a una velocidad superior a lo que marcan las señales de tráfico.
Así que sueltas el pedal del acelerador mientras se te cae una lágrima viendo la impresionante recta que tienes delante de ti y comienzas a ir a la velocidad marcada; los camiones te adelantan (quien no haya tenido esta experiencia, que vaya a circular por ejemplo por la circunvalación de Logroño), y los pasajeros de los autobuses te miran de soslayo cuando te sobrepasan.

Entonces te enfadas y aprietas el acelerador.

Pero el radar puede estar al acecho, atento, enmascarado en cualquier vehículo.


Y calculas mentalmente la multa que te van a endiñar según a la velocidad que vas.

Y frenas: no está el horno para bollos.

Así que te vuelven a adelantar los mismos camiones, y encima te pegan un pitido cojonudo.

Y te estresas. ¡Vaya si te estresas!

En fin. Creo que la mayoría confiamos en nosotros mismos como buenos conductores y que somos lo suficientemente responsables como para disfrutar de la conducción poniéndole al coche la velocidad que creemos que es correcta.
Son los que están menos alerta por cuestiones como las drogas, el alcohol o una marcada condición de estres los que no deberían conducir.
Son los irresponsables que circulan a altas velocidades por las ciudades poniéndonos en peligro, los que tampoco deberían conducir.
Y son los que tienen inseguridad en su propio control del vehículo los que deberían ir despacio


Todos ellos son los que causan accidentes.

Nuestra mente es una máquina perfecta cuando está en buen estado; tiene en cuenta la calzada, las condiciones meteorológicas, la estabilidad del vehículo…, y calcula una velocidad adecuada sin poner en peligro el pellejo de uno y el de los demás.
Pero esa velocidad idónea no está de acuerdo con unas señales circulares que hay por las carreteras.

Un gran filósofo dijo una vez que una de las reglas para ser feliz es ser capaz de experimentar cualquier cosa.
Y este es el remedio que te doy en este artículo para el estres y la ansiedad.

Cuando circules a 110 km/h en una autopista con cientos de kilómetros en línea recta,
o cuando te encuentres con un atasco inesperado que te va a hacer llegar tarde,
o cuando  se te ponga pegado a tu culo un vehículo deportivo con un joven conductor lleno de pendientes y piercings, y que apenas llega a los pedales, y después te adelante aprovechando el hueco que dejas al respetar tu distancia de seguridad,
o cuando no encuentres aparcamiento por el centro, 

TIENES QUE SER CAPAZ DE EXPERIMENTARLO.

Y no llegarás a casa con estres. 

No puedo acabar sin promocionar los parches AEON, específicos para el estres y fruto de numerosos estudios científicos. Pincha aquí para informarte.